Hoy os quiero presentar una boda llena de encanto y detalles. En la que los novios e invitados tuvieron el mejor día de su vida.
Joyce y Carlos se conocieron en Brasil, de donde es la novia, el amor les unió y se vinieron a vivir a España. Su intención desde un inicio era de un boda íntima y donde tuviera un gran protagonismo los pequeños detalles. Para ello contaron con la ayuda de LalaBlu.
Nuria y Sara, las personas que están detrás de LalaBlu, me presentaron esta boda muy ilusionadas y la verdad que no era para menos, ya que cada imagen parece sacada de Pinterest. El encargado de retratar esta maravillosa boda, es Jairo Crena, un gran experto en conseguir instantáneas impresionantes.
Los novios confiaron en este equipo de wedding planner al 100% porque querían disfrutar de su boda, ya que sabían que es un día irrepetible.
La boda se realizó en Palacio de Hoyuelos, en Segovia. Un palacio castellano del siglo XVI lleno de historia y de armonía, un remanso de paz y tranquilidad en mitad de Hoyuelos, que en las manos de Jimena (su propietaria), ha sabido reunir factores fundamentales para la celebración de eventos.
Joyce se decantó por Oh Que Luna! para su vestido de novia, un diseño exclusivo en crepe de seda y apliques de bordados metalizados a la altura de la cintura. Para los zapatos se decantó por color rosa y plateado, de la firma Magrit.
Carlos optó por un traje de Ermenegildo Zegna en tono gris, adornado con un precioso boutonniere de las chicas de Arbolande, que también se encargaron del precioso ramo de la novia y de toda la decoración floral.
Para ambos era muy importante que su mejor compañera, su perra, Blanca, les acompañara el gran día.
Desde las invitaciones ya se pudo ver que iba a ser una boda llena de encanto. Toda la papelería de la boda fue realizada por El Vals de Amelie, que elaboró para ellos una invitación-pasaporte chulísima. También tuvieron su cuento, creado por Bárbara de Cuentos de Boda, quien además elaboró una preciosa lámina de su historia de amor y libro de mensajes para invitados, situado en su mesa de firmas.
Como fue un día muy caluroso, en el coctel pusieron sombrillas japonesas y antes de nada ofrecieron limonada muy fresquita. El catering elegido fue El Laurel de Elena y Lola, uno de mis favoritos, que personalizó para los novios un menú con sus comidas preferidas y algunos bodegones para el cóctel: sushi, quesos, comida brasileña… y ¡como no! la mesa más dulce, de Oh! My Cake para la tarta y los Bem-casados, un dulce típico de Brasil.
J&C dieron un montón de regalos a sus invitados desde las sombrillas del coctel, tazas, miel, chapas, bailarinas además de un espectacular Cigar Bar.
El broche final no podía ser menos espectacular, el padre de la novia cantó para que los novios bailarán su primer baile.
Espero que os guste tanto como a mi.
Un beso
Rodolfo
Una Boda Mágica
Que preciosidad
NoQuiero.es
Muchas gracias